Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia

Si vienes con un problema y no traes la solución, tu eres parte del problema

jueves, 25 de julio de 2013

Diario del estío (XXVIII)




Compañera de viaje
Día triste. Da igual que la tragedia ocurriera a mucha distancia. Te toca la fibra. Los testimonios, las espeluznantes imágenes, magnifican todavía más lo ocurrido. No entiendo cómo ha podido pasarle a alguien experimentado, que hace a diario el trayecto, que conoce el peligro de ese punto concreto.
Las crónicas hablan de uno de los peores accidentes ferroviarios de nuestro país, exceptuando el ocurrido en el año 1944 en León donde murió la friolera de 500 personas, suceso que fue ocultado por el régimen franquista. Hoy sería impensable, la noticia ha corrido como la pólvora y ha sido recogida a nivel mundial. Las redes sociales una vez más se han adelantado a los medios convencionales, y han sido una fuente de datos e información de primer orden.
El haber estado todo el día ocupado y pendiente de otros asuntos me ha mantenido distraído. Mañana tengo que volver, se inaugura la feria, tengo que estar, y por la tarde tenemos reunión de la plataforma nacional de la que soy su secretario técnico. A nadie le viene bien la muestra en estas fechas, todo el mundo está muy ocupado con las tareas de la campaña y perder un día no es plato de gusto. Mandan y marcan nuestros pasos otros, los que vienen a cortar la cinta, que darán cuatro capotazos y se irán al rato por el mismo sitio donde vinieron y tú te quedas.
Me fastidia tener que estar todo el día haciendo acto de presencia, aunque son puntuales los momentos que tengo comprometidos y ocupados. Pero estas cosas funcionan así. Espero poder aguantar bien todo el tirón. Hoy a última hora me rilaban las piernas como síntoma de cansancio evidente.
Mañana con la fresca y con el mono de las grandes ocasiones, me iré caminito de Las Pedroñeras. Recogeré a la compañera de prensa en Toledo y haremos el viaje juntos, que así se hace más llevadero y entretenido. Pues eso.

Diario del estío (XXVII)


Accidente en las inmediaciones de Santiago

Ojalá
Las manos sobre el teclado, la mente lenta y torpe, ideas que vienen, se cruzan con otras y se van. Hoy va a ser difícil escribir la entrada diaria y que tenga algo de coherencia, suponiendo que las anteriores de estos días atrás hayan tenido alguna lógica.
Trágica la noticia que ha saltado hace unas horas del accidente de tren en Santiago, con mas de una treintena de muertos y decenas de heridos, en vísperas del día de Galicia, en un convoy en el que viajaban más de dos centenares de personas. Habrá que esperar a saber las causas del accidente y esclarecer responsabilidades, si las hubiera, a pesar de que en este tipo de siniestros y otros parecidos, en nuestro país, al final todo se diluye y queda en agua de borrajas.
Finalmente Rajoy comparece el día uno de agosto en el Parlamento a dar explicaciones sobre el caso Bárcenas y la financiación irregular de su partido. No pasará nada, algún que otro numerito y encontronazo dialéctico, y poco más. No va a dimitir. Su delfina, la reinona Maria Dolores I saca pecho. En pocos días va a consumar unos de los mayores atropellos de esta maltrecha democracia, reformando la ley electoral y el Estatuto de Autonomía a su interés y así poder tener más fácil la continuidad en esta Comunidad que dice gobernar desde Madrid, salvo los días que viene a pasear. Que se lo diga a los miles de profesores, personal sanitario y trabajadores sociales despedidos, a los jóvenes en paro y a ese tejido social que cada vez está más cerca de la exclusión y la pobreza.
La culpa fue del cha-cha-chá, es decir, de la herencia recibida y de la crisis, pero menos. Con las disculpas de las reformas y los recortes, estamos asistiendo a un verdadero proceso de involución social y democrática, a tiempos que ya teníamos olvidados y que creíamos no volveríamos a vivir. Concentrarte, manifestarte, protestar, etc., que son derechos democráticos básicos, está mal visto por estos casposos. Por eso te acosan y persiguen, en forma de denuncias o sanciones administrativas, poniéndote además difícil el acceso a la Justicia si te tienes que defender, por el elevado coste de las tasas y procesos.
Nos seguirán dando y saliéndose con la suya como hasta ahora. ¿Y después qué? Cuando lo tengan todo desmantelado y el objetivo de derribo del Estado del bienestar cumplido, dirán, lo hemos conseguido, dejando tras de sí un paisaje de ruina y desolación absoluta, que nuestros hijos, carne de cañón, vivirán como la verdadera herencia recibida y no la del baile.
Será todo así hasta el final o tendremos antes de llegar, alguna sorpresa que arrase de un plumazo toda esta corrupción, mentira e infamia que nos rodea. Ojalá.