Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia

Si vienes con un problema y no traes la solución, tu eres parte del problema

jueves, 20 de marzo de 2008

Sentimiento agridulce


En las últimas semanas he incumplido el compromiso personal de alimentar con regularidad el blog. Han sido días duros, de debilidad y abatimiento, a pesar de las buenas noticias que me han ido dando los médicos, sobre la favorable evolución de la enfermedad. Sigo la lucha contra la anemia y las bajas defensas, secuelas dicen lógicas, del primer ciclo de quimio ya finalizado, y del que me recuperaré lentamente con el paso del tiempo.

Ya conozco el plan de tratamiento para los próximos meses. Confirma que el proceso de ataque contra la enfermedad va a ser más largo de lo imaginado inicialmente y, al menos, a partir del momento, tendrá un año más de duración. Ahora, lo inmediato, conocer el estado de la médula, para lo cual me tendré que someter, como ya ocurriera en agosto del año pasado, a una punción y biopsia. A partir del mes de abril, si todo va bien, iniciaré las nuevas sesiones de quimio de recuerdo, menos agresivas que las anteriores y más distanciadas en el tiempo.

Sigo tremendamente limitado en gran parte de mis funciones vitales, lo que a veces, me solivianta y abate sicológicamente más de lo que debiera. Quiero que las cosas evolucionen con una rapidez seguramente fuera de la lógica de estos procesos. Me pierden las ansias y los deseos de recuperar una normalidad, que llegará, por lo que todos me dicen, en su momento. No tengo conciencia de que soy un enfermo convaleciente al que le queda recobrar las fuerzas perdidas tras una enfermedad, que en mi caso, no ha pasado, sino que está ahí, aunque sea en su fase residual.

Las últimas semanas también han coincidido con una pérdida anormal del apetito, asunto que está influyendo también en que la recuperación sea más lenta. Sigo con la prohibición de tomar frutas y hortalizas frescas con lo que me gustan, y muy pendiente de lo que ingiero, ya que las comidas pesadas o muy condimentadas, me castigan el estómago, ya de por sí debilitado por los meses de medicación. Sólo admito comidas muy ligeras casi frugales. Cuando comparto estas experiencias con otros pacientes del Hospital de día, habituales al igual que yo, a los tratamientos, analíticas y consultas, hay rutinas y consejos para todos los gustos.

Yo ahora soy lo que me dejan y puedo comer. Blandito como los yogures sin inquilino. Explosivo como los revueltos de huevo y jamón serrano. Contundente como la carne a la plancha vuelta y vuelta. Deseoso como los redescubiertos bocatas de sardinas en aceite o de atún con pimiento morrón. Irritable como el melocotón en conserva, con el que algún día tendré un incidente fatal. Tedioso como la tortilla francesa. Satisfecho como los platos de cualquier legumbre cocinada a fuego lento y con su correspondiente acompañamiento. Agradecido y respetuoso con el potaje garbanzos, atún y espinacas de hoy.

Hoy y ahora me siento tambien como la música del bandoneonista Astor Piazzolla.

77 aniversario proclamación de la República Española

Sábado 12 de abril de 2008. Bernuy (TOLEDO)

13´00 h.: Conferencia sobre "Los maestros de la República", a cargo del historiador D. Rafael del Cerro Malagón.

15´00 h.: Degustación de un cocido republicano.

21´00 h.: Recital poético a cargo del grupo Ellas Cuentan titulado "Nos enterró el olvido: mujeres de la República".

Finalizamos con verbena popular.