Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia

Si vienes con un problema y no traes la solución, tu eres parte del problema

viernes, 9 de octubre de 2009

¿Para cuándo los Bin Laden?

Leyre al natural

Hace poco Zapatero anunciaba -con poco detalle y bastante improvisación- una reforma fiscal que definía limitada y temporal, con el supuesto objetivo de que los que más tienen, aporten más a las arcas públicas para hacer frente al gasto social.

Con el paso de los días y salvo enmienda en el Congreso -cosa posible-, se ha ido comprobando que se trata más de estrategia mediática y electoral que de otra cosa, como ya ocurriera con los famosos 400 euros. La injusta, parcial e insolidaria reforma planteada tiene de todo menos límites y temporalidad, ya que se recurre a la subida de impuestos indirectos y a gravar a la mayor parte de los contribuyentes, sobre todo a los curritos y curritas.

El mantenimiento del gasto social debe ser prioritario pero partiendo de criterios de solidaridad y de contribución progresiva a través de los impuestos –más ganas más pagas-, nunca de forma lineal. El ejemplo más claro de este error ha sido el asunto de los 400 euros: se instituyó de forma lineal, recibiéndolos íntegros aún los contribuyentes con mayores nóminas, y se elimina de un plumazo a todos, da igual que existan familias en precario.

La subida del tipo general y reducido del IVA es otro sablazo, es tocar las exiguas economías del 65% de los trabajadores y trabajadoras mileuristas que hay. Mientras tanto, las grandes fortunas, las sociedades de inversión, los banqueros y otros, siguen ganando la batalla en los despachos. Zapatero sólo se atreve con ellos en los discursos.

La fiscalidad debe ser un elemento básico de las políticas económicas progresistas, de equilibrio entre las fuerzas del trabajo y el capital, que asegure la redistribución de la riqueza, la existencia de servicios públicos de calidad y la intervención pública democrática en la economía. Coraje produce el anuncio de subida del IVA de forma general, mientras las grandes fortunas siguen teniendo un trato fiscal de favor.

Por cierto ¿para cuándo hacer aflorar los 56.000 millones de euros en billetes de 500 –los Bin Laden-, que hay en España, muchos procedentes de negocios sucios?.