Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia

Si vienes con un problema y no traes la solución, tu eres parte del problema

viernes, 19 de octubre de 2007

Bufo bufo


De las seis especies de sapos existentes por estos lares, sólo el sapo común (Bufo bufo) recibe un nombre vernáculo -muy extendido- "el escuerzo". Se le supone venenoso, peligroso, que escupe y ciega, envenena las fuentes, produce la caída del pelo o lo vuelve rubio. Creencias todas ellas falsas ya que lo que puede hacer el sapo, además de un gran beneficio por el gran número de insectos que captura con su lengua retráctil, es expulsar orina cuando se le captura y segregar veneno por la piel (que sólo produce escozor en caso de llegar a los ojos o boca). Este mecanismo es muy común en los anfibios y les evita ser comidos por algunos animales.

También hay personas que creen que "hacen el agua buena" o sencillamente que son beneficiosos. Otros nombres que reciben son "rola" y "aguilorio". Aunque muchas personas reconocen el gran valor de estos animales y los protegen, la inmensa mayoría los considera sencillamente "asquerosos". Para intentar modificar esta percepción deberíamos recordar que la belleza y la fealdad, el aprecio y desprecio, el miedo o el asco se aprenden.

Nuestro sapo, el de la imagen, en un bicho espectacular. Vive con nosotros desde hace ya bastantes años, desde que lo trajo del campo Marcos, está perfectamente "integrado" en la familia-peña y ella con él. Mantiene a raya todos los insectos del patio-jardín. Tal es su control y "poderío" que no usamos ningún tipo de producto para las plagas de la primavera y el verano.