Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia

Si vienes con un problema y no traes la solución, tu eres parte del problema

miércoles, 22 de marzo de 2017

23 de febrero, jueves



 Juancar y Milans del Boch, bocata en ristre y colegas de toda la vida.

Todo ha ido bien en la semana. Tal es la mejoría que me dicen que si sigo así se plantean darme el alta hospitalaria en una semana. Recibo la noticia con mezcla de incredulidad e ilusión. Me parece imposible, me hablaron de un mínimo de treinta días de estancia. Aunque la situación es tremendamente monótona y aburrida, no me importa permanecer aquí el tiempo que se precise.

Rememoro con mi sobrino que ha venido a verme la efeméride del día de hoy. Me pregunta qué estaba haciendo y dónde me encontraba ese día del año 1981. Le cuento. Ese día tenía Facultad por la tarde. Una vez en clase nos dijeron que se suspendía la docencia y nos desalojaron. No recuerdo cómo fue el regreso a casa desde la Complutense, pero sí las horas posteriores al golpe, la noche y la madrugada. Y la espera interminable de lo inmediato que no llegó: redadas, detenciones y un calvario de penurias.

También de la multitudinaria manifestación una vez fracasada la intentona. Todo el mundo se echó a la calle: Atocha, Paseo del Prado, Neptuno, Cibeles... eran un hervidero de gente y un clamor contra la asonada y en favor de la democracia. No recuerdo manifestación tan masiva en el período de engaño llamado Transición.

Es preciso recordar, ubicar los sucesos y acontecimientos en su momento histórico, evitar las manipulaciones y tergiversaciones que permanentemente tratan de reinterpretar lo sucedido en aquellas jornadas, y sobre todo, buscar los orígenes, causas, y evitar que se reproduzcan.