Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia

Si vienes con un problema y no traes la solución, tu eres parte del problema

domingo, 12 de marzo de 2017

JUANITO RECUPERATE

 En el estanque del Parque del Retiro de Madrid

Estos tres muchachos de la foto, hijos de una gran compañera de trabajo, me visitaron una tarde en compañía de sus padres, durante la hospitalización. Me regalaron un cuaderno negro con páginas rayadas horizontalmente, para que escribiera. Rotularon con letras adhesivas de orla dorada la tapa exterior con el texto "Juanito recupérate". Un obsequio y gesto que les agradecí, y que tendré tiempo de recompensarles. Son pequeños, no sé si plenamente conscientes del significado de su acción, pero el convencimiento y desenvoltura de ejecución de la entrega me conmovió y llegó al corazón.

Y eso es lo que he hecho: escribir. No todo lo que hubiera querido, pero si he ido registrando aquellos pensamientos que han surgido en el nuevo y estrenado estado de trasplantado -una nueva vida me dicen-, y también aquellas observaciones y chascarrillos inevitables, que surgen con el paso de los días en la disciplina y rutina hospitalaria.

En próximos y sucesivos días iré colgando en este abandonado blog la "producción" manuscrita y recuerdos de 28 días de invierno, con inicio el 10 de febrero y final feliz el mismo día de marzo, esos días largamente esperados, y que durante más de un año me han tenido en vilo y tensión permanente las 24 horas del día, ojo avizor al teléfono y aviso, y con los movimientos limitados en un radio de acción de doscientos kilómetros y máximo dos horas de desplazamiento hasta el hospital. La espera ha merecido la pena, el objetivo cumplido. Paso página a otro suceso desagradable en mi salud. En los últimos 10 años ha habido unos cuantos episodios aciagos, que afortunadamente he ido superando. Soy un sobreviviente nato, lucho y me agarro a cualquier opción vital, por muy pequeña que sea y no tiro nunca la toalla: Hasta el rabo todo es toro. Así soy yo, cansino, constante, contumaz, pesado...

"Juanito recupérate" se lo dedico al trío infantil, a sus padres, a mi Morgui, a mis queridos hijos Mauro y Marcos, a la familia de Madrid que me ha acompañado, a la familia lejana que en paralelo están sufriendo también una enfermedad letal y destructiva, a los amigos que se han acercado a dar ánimos y a los de allá que han estado pendientes, a los compañeros y compañeras que se han interesado por mi estado. Se lo dedico a la vida y no digo más.