Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia

Si vienes con un problema y no traes la solución, tu eres parte del problema

jueves, 7 de agosto de 2008

¡ Uf !


Pasada la que llaman la semana del moro, la que coincide con la festividad de Santiago, que suele ser la mas severa en temperaturas y canícula por estos lares, y que este año no ha sido tan exagerada como en otras ocasiones, nadie se esperaba un arranque del mes de agosto con tanto brío calorífico como hemos tenido en los dos últimos días. Son jornadas en las que a media mañana el termómetro ya está situado en más de treinta grados, el calor es insoportable, no sabes dónde meterte… Pasado el mediodía, después de haberte refrescado en la piscina o con la manguera, a la sombra, en la terraza o en el patio, empiezas a notar una brisa caliente, que sopla a ráfagas, pero con intensidad, es el viento africano que llaman, y que según los meteorólogos proviene de bolsas de aire que penetran desde África en el interior de la Meseta sur. Antesdeayer -dicen- alcanzamos los 42º grados centígrados, récord disputado con otras provincias, que como Toledo, también estaban en alerta naranja: Madrid, Ciudad Real, Jaén y Córdoba.

Hasta en estos pequeños detalles insignificantes te vas dando cuenta de cómo cambian las cosas en lo que a climatología se refiere. De siempre se ha hablado de Ecija, la sartén de Andalucía, como el sitio de más calor en verano. ¿Quién se acuerda ya de Ecija? Nada, nada, la realidad en lo que a subida de mercurio se refiere se va desplazando hacia el norte. Las hordas infernales suben, suben, tropiezan con el Sistema Central que actúa de barrera, rebotan y a dar vueltas se ha dicho y joder la pavana.

En ello seguramente también influye la creciente degradación y falta de caudal de los ríos. En nuestro caso, el Tajo, el más largo de la península, con recorrido de este a oeste, está enfermo y si nadie lo remedia tocado de muerte. En otro tiempo los ríos actuaban suavizando las temperaturas, aportando humedad y refrescando el ambiente. El Tajo en esta época discurre agonizante, sin apenas caudal, con mucho menos del que llaman mínimo ecológico, que debería ser al menos un 10% del caudal medio histórico de la cuenca y, con el cual poder mantener las condiciones naturales y garantizar el desarrollo de la vida fluvial.

Las inadmisibles políticas de trasvases, las captaciones para el riego de cultivos insostenibles medioambientalmente con aportes cercanos a los 10.000 m3 por hectárea, las extracciones de áridos, los vertidos sin depurar, etc., han hecho del río una cloaca, provocando que más de la mitad de las especies que lo habitaban y su entorno hallan desaparecido, que el enfangado de fondos anule la capacidad biológica del agua…

“Mientras no sepamos cuanto lo necesitamos no seremos capaces de recuperarlo. Somos hijos del Río, pero el futuro del Río depende de nosotros. Y con un río sin futuro no tendremos futuro nosotros, ni nuestros hijos”.