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domingo, 29 de noviembre de 2009

Ajos chinos y burbujas financieras


Desde hace meses el sector ajero español está con la mosca tras la oreja por los elevados precios -nunca hasta ahora conocidos-, de la oferta procedente de China, que como se sabe es el mayor productor mundial de este condimento. Y no es para menos, ya que en los últimos doce meses, el precio del ajo se ha multiplicado por diez en el principal mercado de origen, la provincia costera de Shandong situada al este de China, provocando la caída de las exportaciones –salvo en los países vecinos-, y que su valor en el mercado mundial haya descendido en el primer semestre de 2009 casi un 10%, según propias fuentes gubernamentales.

China juega al puro estilo capitalista

Según han divulgado medios oficiales chinos, el alza de precios se ha producido después de la recomendación efectuada por un experto médico internacional que ha afirmado que el ajo es uno de los mejores y más potentes remedios naturales contra el virus H1N1 de la gripe A, previniendo supuestamente su contagio y facilitando la inmunización del organismo. Ello ha provocado el incremento del consumo interno –ya de por sí alto-, y que especuladores chinos del sector minero, sobrados de liquidez procedente de negocios inmobiliarios, inviertan en la compra de ajo, acaparando importantes volúmenes de mercancía; y que mediante la reducción forzada del abastecimiento, han conseguido elevar artificialmente los precios. Como ya pasara en México con el maíz y las energías renovables, el ajo ha disparado su cotización por el interés de los traficantes.

En Europa contentos pero expectantes

Para los productores de la UE y especialmente para los de Castilla-La Mancha, que aportan una tercera parte de los ajos que se producen en el continente, esta es una buena noticia, ya que de momento, los habituales bajos precios de las importaciones chinas que marcan los del mercado doméstico no van a ser determinantes, y permitirán, tras dos años de pérdidas y dificultades, una ligera recuperación económica de un sector muy castigado y con un futuro seriamente amenazado. En tal sentido hay que recordar que expertos gubernamentales chinos han afirmado que el precio del ajo es cíclico, subiendo mucho a corto plazo para luego desplomarse nuevamente.

Varios frentes a trabajar

Uno. La producción española de ajo (150.000 toneladas) es nimia comparada con la producción china que alcanzó en 2007 12.000 millones de toneladas acaparando el 80% del mercado mundial. El contingente y las medidas arancelarias proteccionistas de la UE han posibilitado, en la última década, que el ajo no haya desaparecido de nuestros campos y pueblos, y siga siendo en Castilla-La Mancha, un sector estratégico por la actividad y riqueza que genera que son necesarias seguir defendiendo.

Dos. China ha basado su crecimiento y competitividad en prácticas productivas, sociales y económicas dudosas. En la UE es obligatorio cumplir normas y protocolos en esta materia, que a los países de origen se les debe exigir de igual manera. La UE no debería permitir que se importen productos agroalimentarios obtenidos bajo prácticas de dumping social y económico o insostenible medioambientalmente.

Tres. Las multinacionales de la distribución, ubicadas en mitad de la cadena agroalimentaria, controlan y regulan tres cuartas partes del mercado, imponiendo reglas y normas oligopolísticas que escapan al control de los gobiernos. Son necesarias leyes que garanticen la adecuada remuneración de los productos obtenidos por agricultores y ganaderos, obtentores de alimentos y sustentadores del medio ambiente; y que nos aseguren a los consumidores, en aquellos productos básicos, unos precios equitativos.

Cuatro. El tejido productivo y comercial del ajo es débil, está atomizado, carece de dimensión empresarial adecuada. Todo ello le impide disponer de una buena situación, estando en abierta desventaja negociadora con respecto a la gran distribución. Son muchos los elementos de discrepancia existentes entre los agentes que lo componen, pero es necesario, ahora más que nunca, buscar caminos de entendimiento y apoyo. Como dice el dicho hay que “cooperar para ganar”, para que como dice otro “dependamos uno de otro, y no pendamos uno al lado de otro”.

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