Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia

Si vienes con un problema y no traes la solución, tu eres parte del problema

sábado, 7 de junio de 2008

Gracias, mil gracias


Tras conocerse mí ingreso con una crisis cardiaca derivada de la toxicidad de la quimio, primero Marga y mis hijos, y yo después, cuando ya estaba visible, hemos recibido multitud de muestras de apoyo, respaldo, ánimo, ayuda y solidaridad por parte de la familia, los amigos, los compañeros, los vecinos y los conocidos. Creo que han sido ejemplos de adhesión sinceros, de los de verdad, no de los que se hacen por guardar las apariencias y las formas.

Yo nunca he sido proclive a este tipo de manifestaciones, que por lo general, y en el ámbito personal, han supuesto no acudir a hospitales, entierros, a visitar a enfermos, etc., por lo que siempre me han considerado como un bicho raro, descortés y maleducado. El último episodio de salud padecido me ha enseñado la importancia que tiene para un enfermo y su familia sentirse, en esos momentos delicados, arropados por la gente de tu alrededor, lo que supone una corriente de refuerzo y protección inestimable.

Quiero daros las gracias a todos los que desde el primer momento nos habéis llamado, enviado mensajes y visitado en el hospital; a los que me cogisteis la mano cuando estaba enchufado; gracias por los besos, abrazos, caricias que me regalasteis; a los ruidosos; a los que me habéis hecho reír con chascarrillos y majaderías; a los que me han obsequiado con libros y otros regalos… Gracias.

Quiero dar las gracias a los que sin hacerse presentes ni manifestarse, sé que han estado pendientes de mi estado y evolución, y desde su silencio, también me han deseado lo mejor.

A todos, próximos y lejanos, gracias, mil gracias, ya que vuestro apoyo nos ha ayudado a salir del agujero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡CÓMO TE HE ECHADO DE MENOS!!!GRACIAS A TÍ POR VOLVER!!!!
GRACIAS A TÍ POR LUCHAR, POR NO RENDIRTE, POR NO ABANDONAR, POR SER FUERTE, Y CABEZOTA, Y TOZUDO COMO LA RANA DE AQUÉL CUENTO. ¿QUÉ DIGO?...YA QUISIERA LA RANITA ESA PARECERSE A MI JUANITO.

"Una mañana, nos regalaron un conejo de Indias. Llegó a casa enjaulado. Al mediodía, le abrí la puerta de la jaula.
Volví a casa al anochecer y lo encontré tal como lo había dejado; jaula adentro, pegado a los barrotes, temblando del susto de la libertad." (Eduardo Galeano)

Si tú fueras el conejo del cuento, te abrías escapado entre los barrotes antes de abrirte la puerta porque no hay "jaula" que se te resista.

¡¡¡CÓMO TE HE ECHADO DE MENOS!!!





Cada cien años, aproximadamente a las 12:30 del día, se le prende fuego a la canela, el nardo y la mirra que conforman el nido del ave, a las 13:30, luego de que las llamas aromáticos han cesado, el Fénix resurge triunfal, con su hermosísimo prumaje dorado y carmesí de sus propias cenizas

Anónimo dijo...

Bueno que esto del blog me vuelve un poco loca y se me olvidó firmarlo. Aunque creo que lo firmé pero el cacharrito este no me hizo ni caso. Sepa usted que no soy ANÓNIMO, nunca me ha gustado ese nombre. En fin, estoy segura que sabías quién te firmaba perooo... porsi.
Ah! y otra cosa, ya tengo ganas de contarte los cuentos mirándote a los ojos. Así que, no tienes más que poner una fecha, cuando te apetezca, que las historias ya las pongo yo. Ese será mi regalo de cumpleaños: una contada en toda regla, para un amigo al que admiro un montón.
Mil besitos