Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia

Si vienes con un problema y no traes la solución, tu eres parte del problema

miércoles, 7 de noviembre de 2007

¿A quién llevarías?


Hace unos días recibí esta historia-moraleja que dice más o menos así:

En una noche de tormenta estás conduciendo un automóvil de dos plazas. Pasas por una parada de autobús donde se encuentran tres personas esperando: Una anciana enferma, un viejo amigo que una vez te ayudó en un problema, y la mujer de tus sueños, o tu hombre ideal.

¿A quién llevarías en tu automóvil, habida cuenta que sólo tienes sitio para un pasajero?. ¿Qué alternativas tienes?. Podrías llevar a la anciana, porque está enferma y necesita atención sanitaria urgente; o podrías llevar al amigo, ya que te ayudó y estas en deuda con él. Sin embargo, posiblemente, nunca vuelvas a encontrar a la mujer de tus sueños, o tu hombre ideal.

Éste dilema ético y moral es utilizado como problema a resolver por parte de candidatos-as a puestos de trabajo en entrevistas de empresa. En una de ellas, un aspirante fue contratado, de entre muchos candidatos-as, por su contestación. Respondió que le daría las llaves del coche a su amigo, y le pediría que llevara a la anciana al hospital; mientras tanto, el se quedaría esperando el autobús con la mujer de sus sueños.

Esta ficción nos enseña que debemos prestar más atención a lo que hacemos o decimos, y también a que los problemas planteados correctamente, tienen bastantes posibilidades de ser resueltos de forma práctica.