Gonzalo Fdez de Córdoba (i), Juancar (c) y el regatista Gancedo (d) en 1973 |
Obituario
Gonzalo Fernández de Córdoba y Larios (Málaga 1934 – Madrid
2013). Ha fallecido un tres veces Grande de España. No sé qué significa eso
pero lo dicen las crónicas. Noveno duque de Arión, tercer duque de Cánovas y
marques de Mancera, Malpica y Valero. Monárquico y persona del régimen
franquista del que sacó buenas tajadas. Malagueño de nacimiento y aficionado al
caro deporte de la vela, del que fue olímpico en cuatro ocasiones y también campeón
de España entre los años 50 y 70 del pasado siglo. Compinche de regatas en
Munich 72 con el Borbón Juancar, para los amigos e íntimos. No tuve el gusto de
conocerle, sólo le vi pasar en lontananza, que como el correcaminos, iba
levantando polvareda en su potente jeep blanco.
Yo me mantenía al loro.
Para estar poco trabajado y muy vivido, nobleza obliga, ha
fallecido a una edad quizá temprana: 79 años. Sorprende que lo que más destacan
de su vida los medios haya sido su afición deportiva y olimpismo, donde fue al
parecer un crack. Nada se comenta de
sus emporios empresariales tierra adentro, donde tuvo un éxito desigual tanto
en la explotación de tierras de su propiedad, los vastos dominios de su
antepasado el Gran Capitán, como en la industria agroalimentaria conservera. La
primera actividad, liquidada y vendida para saldar deudas, y la segunda,
abandonada y en estado de ruina. Ambas cuestiones demuestran que fue un
empresario mediocre, que tras unos años de pujanza, se vino abajo, por
problemas de dirección y gestión interna, y manejo del poder.
Ha sido enterrado en ceremonia íntima en el panteón familiar
del cementerio municipal de Malpica, por donde han pasado algunos personajes y
una purrela de personajillos. El pueblo manso e ignorante, su pueblo feudal se
ha despedido de él a la pregunta de qué va a ser de ellos sin el señor, con lo
bueno que era y el trabajo que dio. En ese sentido creó escuela, ya que todo
giraba en torno a su monopolio, impidiendo que cualquier otra iniciativa o
emprendimiento que no fueran los suyos, prosperaran en sus dominios. Eso es una
pesada losa que ha marcado el devenir de las últimas cinco décadas de esta
sumisa y obediente aldea a orillas del Tajo. ¡Y cuídate muchacho de lo que dices,
no vaya a ser que te lleves algún capirotazo¡
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