Compañera de viaje
Día triste. Da igual que la tragedia ocurriera a mucha
distancia. Te toca la fibra. Los testimonios, las espeluznantes imágenes,
magnifican todavía más lo ocurrido. No entiendo cómo ha podido pasarle a
alguien experimentado, que hace a diario el trayecto, que conoce el peligro de
ese punto concreto.
Las crónicas hablan de uno de los peores accidentes
ferroviarios de nuestro país, exceptuando el ocurrido en el año 1944 en León
donde murió la friolera de 500 personas, suceso que fue ocultado por el régimen
franquista. Hoy sería impensable, la noticia ha corrido como la pólvora y ha
sido recogida a nivel mundial. Las redes sociales una vez más se han adelantado
a los medios convencionales, y han sido una fuente de datos e información de
primer orden.
El haber estado todo el día ocupado y pendiente de otros
asuntos me ha mantenido distraído. Mañana tengo que volver, se inaugura la
feria, tengo que estar, y por la tarde tenemos reunión de la plataforma
nacional de la que soy su secretario técnico. A nadie le viene bien la muestra
en estas fechas, todo el mundo está muy ocupado con las tareas de la campaña y
perder un día no es plato de gusto. Mandan y marcan nuestros pasos otros, los
que vienen a cortar la cinta, que darán cuatro capotazos y se irán al rato por
el mismo sitio donde vinieron y tú te quedas.
Me fastidia tener que estar todo el día haciendo acto de
presencia, aunque son puntuales los momentos que tengo comprometidos y
ocupados. Pero estas cosas funcionan así. Espero poder aguantar bien todo el
tirón. Hoy a última hora me rilaban las piernas como síntoma de cansancio
evidente.
Mañana con la fresca y con el mono de las grandes ocasiones,
me iré caminito de Las Pedroñeras. Recogeré a la compañera de prensa en Toledo
y haremos el viaje juntos, que así se hace más llevadero y entretenido. Pues
eso.
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