Accidente en las inmediaciones de Santiago |
Ojalá
Las manos sobre el teclado, la mente lenta y torpe, ideas
que vienen, se cruzan con otras y se van. Hoy va a ser difícil escribir la
entrada diaria y que tenga algo de coherencia, suponiendo que las anteriores de
estos días atrás hayan tenido alguna lógica.
Trágica la noticia que ha saltado hace unas horas del
accidente de tren en Santiago, con mas de una treintena de muertos y decenas de
heridos, en vísperas del día de Galicia, en un convoy en el que viajaban más de
dos centenares de personas. Habrá que esperar a saber las causas del accidente
y esclarecer responsabilidades, si las hubiera, a pesar de que en este tipo de
siniestros y otros parecidos, en nuestro país, al final todo se diluye y queda
en agua de borrajas.
Finalmente Rajoy comparece el día uno de agosto en el
Parlamento a dar explicaciones sobre el caso Bárcenas y la financiación
irregular de su partido. No pasará nada, algún que otro numerito y encontronazo
dialéctico, y poco más. No va a dimitir. Su delfina, la reinona Maria Dolores I
saca pecho. En pocos días va a consumar unos de los mayores atropellos de esta
maltrecha democracia, reformando la ley electoral y el Estatuto de Autonomía a
su interés y así poder tener más fácil la continuidad en esta Comunidad que
dice gobernar desde Madrid, salvo los días que viene a pasear. Que se lo diga a
los miles de profesores, personal
sanitario y trabajadores sociales despedidos, a los jóvenes en paro y a ese
tejido social que cada vez está más cerca de la exclusión y la pobreza.
La culpa fue del cha-cha-chá,
es decir, de la herencia recibida y de
la crisis, pero menos. Con las disculpas de las reformas y los recortes, estamos
asistiendo a un verdadero proceso de involución social y democrática, a tiempos
que ya teníamos olvidados y que creíamos no volveríamos a vivir. Concentrarte,
manifestarte, protestar, etc., que son derechos democráticos básicos, está mal
visto por estos casposos. Por eso te acosan y persiguen, en forma de denuncias o
sanciones administrativas, poniéndote además difícil el acceso a la Justicia si
te tienes que defender, por el elevado coste de las tasas y procesos.
Nos seguirán dando y
saliéndose con la suya como hasta ahora. ¿Y después qué? Cuando lo tengan todo
desmantelado y el objetivo de derribo del Estado del bienestar cumplido, dirán,
lo hemos conseguido, dejando tras de sí un paisaje de ruina y desolación
absoluta, que nuestros hijos, carne de cañón, vivirán como la verdadera
herencia recibida y no la del baile.
Será todo así hasta
el final o tendremos antes de llegar, alguna sorpresa que arrase de un plumazo
toda esta corrupción, mentira e infamia que nos rodea. Ojalá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario