Melones y sandías a la venta |
Entre melones y sandías
Hoy he estado en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), corazón geográfico de la región, antiguo nudo ferroviario del centro de la península, venido
a menos por el impacto del AVE, y donde se encuentran las dependencias
centrales de la empresa para la que trabajo, Cooperativas Agroalimentarias.
El viaje se hace cómodo y rápido por la Autovía de los
Viñedos que une Toledo con Tomelloso. Lo peor del corto tiempo de
desplazamiento en esta época del año, tanto a la ida como a la vuelta, es el
calor.
He ido a una reunión de cooperativistas productores y
comerciantes de melón y sandía, para analizar y valorar cómo se presenta la
inminente campaña de recolección y venta, que en esta ocasión trae un retraso de
al menos quince días, por las inclemencias meteorológicas (agua y bajas
temperaturas) que hemos tenido en la época de siembra. Luego también las
plantas, ya con flores, han perdido muchos frutos, abrasados por el tiempo
solano que llaman, el tiempo cálido que nos ha azotado durante aproximadamente
una semana, y ahora parece, que el cuaje está siendo normal debido a las temperaturas
nocturnas, pero tardío. La planta tiene su ciclo, y cualquier alteración en él
repercute en sus rendimientos productivos posteriores y en la calidad de los
frutos, que esperemos no merme.
Luego está el comportamiento del mercado, la oferta y la
demanda, el tirón de la exportación. Todo apunta a que la cosecha se nos va a
concentrar en la mitad del mes de agosto y eso no es bueno, ya que a mayor presión
de la oferta, caída de los precios, a lo que se une la falta de poder
negociador de la producción, muy atomizada y desunida, que es pasto de la
distribución comercial, que impone sus criterios y condiciones. Cada vez se
siembran, bajo contrato, mas y mayor número de variedades con destino a la
exportación, los melones tipo galia, amarillo canario, charentais y cantalupo,
en detrimento de la variedad autóctona, la verde piel de sapo de siempre. Tiene
la ventaja de que las variedades de exportación, al comercializarse en mercados
internacionales, principalmente de la Unión Europea, restan producción y oferta
al verde, con lo cual el mercado interior parece más desahogado.
El melón y la sandía son frutas hortalizas de las que
nuestro país es una potencia productiva, son frutas típicamente estacionales
del verano, refrescantes, diuréticas, que aportan al organismo mucha agua y sales
minerales. Su consumo está indicado en todas las edades. La única prevención es
no consumirlas de noche en exceso, de ahí el sabio refrán que dice que “El melón en ayunas, oro; al mediodía plata
y por la noche mata”.
Pues eso, hoy he estado entre melones y sandías, y para
acabar otro refrán “En tiempo de melones,
cortos los sermones”.
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