Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia

Si vienes con un problema y no traes la solución, tu eres parte del problema

miércoles, 17 de julio de 2013

Diario del estío (XIX)



Entre las patas de los caballos

 Hoy estoy cabreado y algo triste. Está visto que cuando te mueves entre las patas de los caballos, acabas siendo pisoteado y coceado. Es lo que me ha pasado a mí con el asunto de la reclamación de los servicios sanitarios del pueblo, por los recortes de personal y horarios que ha habido.
Me han abierto diligencias informativas por un supuesto episodio violento, que según la enfermera del centro sanitario, he protagonizado contra su persona, profiriendo gritos, manifestando agresividad verbal y menospreciándola, alterando además, el normal desarrollo del funcionamiento del centro. Los hechos ocurrieron el pasado día 19 de junio, pero no como se cuentan y valoran, sino de otra forma muy distinta que tendré que acreditar y avalar mediante testigos presenciales.
El expediente informativo recibido más parece mi sentencia condenatoria que la apertura de diligencias para esclarecer lo ocurrido. Se me viene a decir que estoy jodido, pues el personal al servicio de la administración sanitaria (marcado todo ello en negrita) tiene,  a efectos penales, la consideración de autoridad o funcionario público. Y también que me pueden emplumar con una multa que va de tanto a tanto. Cojonudo.
Lo primero que sorprende del asunto es que quien te abre diligencias informativas es un pavo que pertenece a la otra parte –la administración sanitaria-, no a un órgano independiente o imparcial que debería ser quien fuera competente. Ya partes con desventaja y marcado.
Antes de dilucidar los hechos acaecidos y contrastar las diferentes versiones que puedan existir, ya te están amedrentando y diciéndote que tu defensa es contra un funcionario público, y que su palabra, vale más que la tuya, que eres un simple ciudadano de a pié. Y por último el tema económico de una posible sanción, aparte de las costas judiciales que tendrás que costear.
Vivimos en un país de pacotilla, gobernado en la mayor parte de las instancias, por prepotentes que están acostumbrados a pisotearnos, exprimirnos y sacarnos bien el jugo. Parece que no cabe la protesta, alzar la voz, exigir tus derechos. Eso no entra en sus cálculos. Y si lo haces, atente a las consecuencias, sanciones, multas, persecución. Esto más bien se parece al imperio de la tiranía.
De momento seguiré el juego ya que se me comunica que dispongo de un plazo de diez días, a contar desde el siguiente a la notificación, para indicar por escrito, cuanto considere oportuno en relación con los hechos descritos. Dese Vd. por follado, perdón, informado quise decir.

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