Entre las patas de los caballos |
Hoy estoy cabreado y algo triste. Está visto que cuando te
mueves entre las patas de los caballos, acabas siendo pisoteado y coceado. Es
lo que me ha pasado a mí con el asunto de la reclamación de los servicios
sanitarios del pueblo, por los recortes de personal y horarios que ha habido.
Me han abierto diligencias informativas por un supuesto
episodio violento, que según la enfermera del centro sanitario, he
protagonizado contra su persona, profiriendo gritos, manifestando agresividad
verbal y menospreciándola, alterando además, el normal desarrollo del
funcionamiento del centro. Los hechos ocurrieron el pasado día 19 de junio,
pero no como se cuentan y valoran, sino de otra forma muy distinta que tendré
que acreditar y avalar mediante testigos presenciales.
El expediente informativo recibido más parece mi sentencia
condenatoria que la apertura de diligencias para esclarecer lo ocurrido. Se me
viene a decir que estoy jodido, pues el personal al servicio de la administración
sanitaria (marcado todo ello en negrita) tiene,
a efectos penales, la consideración de autoridad o funcionario público. Y
también que me pueden emplumar con una multa que va de tanto a tanto. Cojonudo.
Lo primero que sorprende del asunto es que quien te abre
diligencias informativas es un pavo que pertenece a la otra parte –la administración
sanitaria-, no a un órgano independiente o imparcial que debería ser quien
fuera competente. Ya partes con desventaja y marcado.
Antes de dilucidar los hechos acaecidos y contrastar las
diferentes versiones que puedan existir, ya te están amedrentando y diciéndote que
tu defensa es contra un funcionario público, y que su palabra, vale más que la
tuya, que eres un simple ciudadano de a pié. Y por último el tema económico de
una posible sanción, aparte de las costas judiciales que tendrás que costear.
Vivimos en un país de pacotilla, gobernado en la mayor parte
de las instancias, por prepotentes que están acostumbrados a pisotearnos,
exprimirnos y sacarnos bien el jugo. Parece que no cabe la protesta, alzar la
voz, exigir tus derechos. Eso no entra en sus cálculos. Y si lo haces, atente a
las consecuencias, sanciones, multas, persecución. Esto más bien se parece al
imperio de la tiranía.
De momento seguiré el juego ya que se me comunica que
dispongo de un plazo de diez días, a contar desde el siguiente a la
notificación, para indicar por escrito, cuanto considere oportuno en relación con
los hechos descritos. Dese Vd. por follado, perdón, informado quise decir.
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