Los 10 grupos de alimentos protectores contra el cáncer
Nos pasamos la vida ingiriendo alimentos que tienen una
importancia crucial en el mantenimiento o no de una buena salud. Está
comprobado que un 35% de los tumores se producen por una dieta inadecuada,
obesidad y sedentarismo.
Nuestra dieta es nuestra vida y la comida un “tesoro” diario
que tiene sus pautas, normas y horarios que hay que respetar. Además, la
Naturaleza nos brinda una amplia gama de alimentos que nos aportan vitaminas,
minerales y agente fitoquímicos. No tener en cuenta esto es caer en errores
perjudiciales para nuestro organismo que es preciso evitar.
1.
Las coles, el brócoli, la coliflor y las lombardas
poseen compuestos fitoquímicos como los flavonoides que estimulan la producción de enzimas que
bloquean el daño que pueden ocasionar los agentes carcinógenos. Además son
ricos en vitaminas, beta carotenos, ácido fólico, calcio, hierro, zinc,
potasio, azufre, selenio y silicio. Al tener una digestión difícil y
flatulenta, deben consumirse una o dos veces por semana en las comidas, cocinadas
al vapor y/o rehogadas con aceite de oliva crudo.
2.
Ajo y cebolla son potentes anticarcinógenos,
antiinflamatorios, antisépticos, diuréticos, desinsectantes, antihipertensivos,
etc. Todos los días deben consumirse como condimento y en sustitución de la
sal, entre 2-3 dientes de ajo y media cebolla, crudos, cocidos, fritos, asados
o macerados.
3.
Hortalizas rojizas o naranjas: Tomate,
zanahoria, remolacha y calabaza deben su color a los carotenos que favorecen la
formación de vitamina A. Son ricas en antioxidantes que previenen el
envejecimiento celular, siendo en este terreno el tomate el más señalado por su
contenido en licopeno, con fuerte poder antitumoral. Todos los días hay que consumir
alguna de estas hortalizas a ser posible en estado crudo.
4.
Cítricos, kiwi y piña, son ricos en vitamina C y
antioxidantes, combaten las infecciones y protegen los vasos sanguíneos. El kiwi
contiene el doble de vitamina C que la naranja, rico en potasio, por lo que
controla la tensión y es eficaz frente al insomnio y el agotamiento. Los zumos de
cítricos deben tomarse recién exprimidos lo que evita la oxidación de sus
principios activos y favorecen la digestión, facilitando la absorción de
nutrientes, y la excreción de toxinas y desechos.
5.
Verduras de hoja verde como la acelga, la
espinaca, la lechuga, la escarola, el puerro, el apio, etc. deben su color a la
clorofila, sustancia protectora contra el cáncer. Ricas en agua, fibra,
vitaminas y minerales, deben consumirse al menos, una vez al día. Conservan
todas sus propiedades en estado crudo, o cocinarlas directamente en agua
invierno o al vapor, ya que las vitaminas que poseen son muy sensibles al
calor.
6.
Pequeños frutos y frutas rojas. La fresa, la
granada, la frambuesa, la mora, la grosella, la cereza, la ciruela, la sandía,
etc., son ricas en beta carotenos y polifenoles como el ácido elágico y
ferúlico, con propiedades antitumorales y antioxidantes. Se deben consumir
alternándolas a diario y combinándolas con la manzana, rica en fibra y agua.
7.
Los hongos y setas comestibles son organismos
con mayor número de propiedades inmunomoduladoras, antiinflamatorias y
antitumorales. En Asia se emplean para la prevención y tratamiento de
infecciones, fatiga, enfermedades reumatológicas, trastornos respiratorios,
enfermedades hepáticas y cáncer. Además son ricas en agua, fibra, vitamina E,
selenio y proteínas. Podemos encontrar en temporada lepiotas, boletus,
níscalos, senderuelas, pardillas, rebozuelos, etc. para consumir en sopas,
ensaladas, revueltos o guarnición de carnes y pescados.
8.
Los pescados azules como la sardina, el
boquerón, el atún, el bonito, el salmón, la caballa, el chicharro, etc. tienen
en su composición agua, minerales, vitaminas, yodo, selenio y proteínas de alta
calidad biológica, conteniendo entre un 7-15% de grasa “saludable” o
poliinsaturada que eleva el colesterol bueno (HDL-colesterol), ayudando a
proteger frente a enfermedades cardiovasculares. El pescado azul hay que
consumirlo horneado, a la plancha o hervido, al menos tres veces a la semana.
9.
Yogur natural y pan tierno integral. El yogur
desnatado, quesos frescos, el kéfir o el requesón son alimentos muy digestivos,
que ayudan a regular la flora intestinal, aportan calcio y azúcares, y
contienen tan solo un 10-15% de grasas. De consumo diario en el desayuno o en
la merienda. El pan tierno integral tiene un alto contenido en fibra que
favorece el tránsito intestinal. Debe consumirse en las comidas en pequeñas
cantidades.
10. El aceite de oliva virgen extra debe
consumirse en crudo como aliño de ensaladas o rehogo de verduras. La cantidad
de ingesta diaria recomendada es de 3-5 cucharadas soperas. Otros aceites
tienen también cualidades saludables, pero se degradan y oxidan antes al
calentarlos por lo que no deben utilizarse para freír.
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