“Paren este mundo que me bajo”, ese era un lema de los sesenta, en el que se trataba de mostrar el rechazo a un mundo que caminaba hacia su autodestrucción ética, moral y física por la guerra del Vietnam.
Cada vez que llegan noticias sobre Seseña y su actual alcalde, Manuel Fuentes, es para pedir una parada de emergencia y bajarnos, porque muchas veces la resignación o aceptación de las “normas establecidas” es para salir pitando y que aquí se queden con su mundo, leyes y normas.
Me resisto a aceptar como “normalidad democrática” el que subamos a los altares al alcalde de Vic y su equipo de gobierno, por alardear de incumplir la Ley y los principios fundamentales de los derechos humanos, como acaban de hacer, y asistir impasible a un nuevo ataque contra Fuentes, ahora un millón de euros de fianza –luego rectificados a diez mil-, por otra demanda por injurias, cuando lo único que hace es defender la HONRADEZ DE LA ADMINISTRACIÓN Y DEL EJERCICIO DEL CARGO PÚBLICO.
Será legal, pero injusto, indignante, insultante para la ciudadanía, para Fuentes, y para el conjunto del Estado de Derecho y sus Instituciones democráticas.
Si el premio a la honradez en la política, es estar continuamente en el banquillo de los acusados y desembolsando fianzas, nos debemos preguntar de una vez por todas si estamos de verdad en un Estado de Derecho y en una Democracia, o solamente en una monarquía bananera, en el que la “Justicia” es la herramienta de los poderosos para defenderse de los pueblos.
Tengo el timbre a mano, aunque Manolo no merece dejarlo solo en este viaje, pero maldigo y aborrezco la toga que parió esta fianza, así que saldré a defender su DIGNIDAD que es la de TODOS en la Marcha contra la corrupción a Madrid de los días 30 y 31 de enero.
Miguel Ramírez Muñoz, Ciudad Real.
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